domingo, 11 de diciembre de 2022

Pinocchio de Guillermo del Toro: Una película que acaparó mi atención

Ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que publiqué una entrada en este blog, puede que haya perdido la motivación para escribir, o ¿podría ser que nada me sorprende lo suficiente como para escribir? What a shame, eh? Mis profesores de la universidad dirían que no represento dignamente a la facultad de Literatura, “Frankly, my dear, I don’t give a damn” citando a Clark Gable en su ultima línea en la película Gone with the Wind (1939) Una de las grandes producciones de Hollywood, siendo galardonada con 8 premios de la Academia incluyendo Mejor Director, mejor Película, mejor cinematografía, etc. Obviamente no estoy aquí para hablar sobre Lo que el viento se llevó, estoy escribiendo esta entrada en mi blog específicamente para exponer mi punto de vista sobre una producción que ha sacudido mis sentidos en un modo fuera de lo común. Me refiero a la película Pinocchio del director Guillermo del Toro que fue lanzada en Netflix el pasado 9 de Diciembre del año en curso. Para quienes se cuestionan el por qué decido escribir hasta ahora, les respondo con otra pregunta ¿De cuando en cuando se tiene la fortuna de apreciar una producción como el Pinocchio de Del Toro? Honestamente no recuerdo haberme sentirme tan conmovida por un guión, música o cada uno de los detalles que rodean esta producción realizada con la técnica “stop motion” cuya dirección recae sobre Guillermo del Toro. Incluso el mismo Del Toro, ha expresado que mientras escribía este guion se sintió sumamente conmovido hasta el punto de llorar debido a la carga emocional que contiene el film.
Guillermo del Toro, cuyo trabajo ha recibido diferentes galardones y quien generalmente prefiere filmes de misterio y terror; esta vez ha decidido retomar el clásico del italiano Carlo Collodi (1883) y montar esta película de un modo que jamás nadie ha sido capaz de lograr. Cada uno de los detalles en el set refleja el universo de Del Toro, sus personajes hechos a mano, desaliñados o extravagantes no pueden encajar mejor con la visión del director mexicano. El doblaje es llevado a cabo por un elenco genial que incluye a Ewan McGregor, Tilda Swinton, Christoph Waltz, y Ron Perlman (quien por su parte es familiar con Guillermo del Toro por su participación en Hell Boy) Con esta nueva versión de Pinocchio, Guillermo podría lograr otro Oscar para su colección dentro de este genero. Es un Pinocchio que logra capturar el lado sensible de la condición humana, pero al mismo tiempo la crudeza que se vivía en dicha época bajo el régimen fascista de Mussolini. Sin embargo, la película que en cierto modo resulta un poco transgresora, es fiel a ciertos aspectos morales como la relación padre-hijo entre Gepetto y Pinocchio. Por un lado, tenemos a un Gepetto golpeado fuertemente por una guerra sin causa (cuyo resultado fue perder a Carlo) consecuentemente esto lo lleva a caer en depresión y abuso del alcohol, y mas tarde, lo conduce a crear a Pinocchio. Este a su vez no puede tener un aspecto mas alejado que el de un niño “normal”, incluso podría ser apreciado como una marioneta no terminada, tosca, y que para nada refleja el perfecto acabado de los trabajos previos de Gepetto. Este detalle y otros son intencionales por parte de Del Toro, que pretende reflejar el estado anímico y las diferentes etapas por las que atravesaba Gepetto. De ser un carpintero con una reputación de perfeccionista, a convertirse en alguien que descuida su trabajo (como el crucifijo en la iglesia sin terminar) y cuyos intereses han muerto con la partida de Carlo. Pinocchio es todo lo que Gepetto anhela, un hijo, pero él no puede apreciarlo hasta el momento en que decide aceptarlo tal como es, sin esperar que sea una copia de Carlo ya que al final, este motivo del padre termina influyendo negativamente en las decisiones de Pinocchio; especialmente el momento en que le dice: “You are a burden” y la marioneta se percata que su padre no esta feliz con él. La presión de esta revelación conducirá a Pinocchio por una serie de infortunios que terminaría afectando a ambos. Afortunadamente, tanto Gepetto como Pinocchio se dan cuenta de sus errores y recapacitan; Gepetto por su parte logra entender que debe dejar ir el pasado y aceptar el presente, y a Pinocchio por quien es, e intentar ser feliz. Por otro lado, Pinocchio, logra entender que la vida es un don preciado como para desperdiciarla con trivialidades como la fama, el dinero, o rendir culto a líderes egoístas como el Count Volpe o Il Doce Musullini. En conclusión, me atrevería a decir que esta producción es uno de los mejores trabajos de animación con la técnica “stop-motion” que he visto, y a su vez, la mejor adaptación de Pinocchio que se ha hecho hasta la fecha. Definitivamente Guillermo del Toro, y Mark Gustafson, crearon una pieza artística que merece ser galardonada como tal.

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